Una de las principales acciones de combate a la deforestación promovidas por Lula y Dilma, la Operación Arco Verde Tierra Legal, llevó alternativas sostenibles a 43 municipios de la Amazonía. El conjunto elegido no se dio de manera aleatoria: juntos, esos municipios respondían, en 2009, por un 53% de la tala en la región. La operación alteró el modelo económico de esos municipios, por medio de acciones como la regularización agraria y ambiental, la emisión de documentación para los trabajadores rurales, el acceso al crédito, la atención en la Previsión Social y la difusión tecnológica.