“Soy un ejemplo porque desde mis 14 años recibo el Bolsa Atleta. Participé en todas las etapas: juegos escolares, hoy las olimpíadas escolares. Entonces, veo los juegos como algo muy importante para los niños, para la base, porque de esas olimpíadas escolares normalmente van a salir los futuros atletas, que nos representarán”.
Sarah Menezes, medalla de oro en el judo de los Juegos Olímpicos de Londres.
“Sinceramente, ha mejorado mucho desde 2006. Y creo que la tendencia es que mejore cada vez más. Está entrando más dinero, hay más profesionalización. La natación está alcanzando un nivel en el que es comparada al voleibol, al fútbol. Para nosotros eso es muy bueno. Entonces, espero que la gente vea la natación como un medio de trabajo. Hoy es mi trabajo. Tenemos mucho dinero entrando en el deporte, podemos ser atletas profesionales. Y espero que en 2016, conquistemos la mejor campaña de la natación de Brasil”.
El gobierno Dilma inauguró también un esfuerzo inédito para fortalecer el fútbol femenino. El Campeonato Brasileño de Fútbol Femenino 2013 volvió a ser disputado después de 12 años, con el patrocinio de la Caixa Econômica Federal y el apoyo del Ministerio del Deporte.
En 2014, el incentivo se repite y la competición, que empezó en septiembre, va hasta diciembre. Otras acciones, orientadas al desarrollo del deporte con el foco puesto en las jóvenes atletas, fueron las realizaciones de la 1ª Copa Brasil Escolar Sub-17 y de la 1ª Copa Brasil Universitario de Fútbol Femenino.
Las empresas estatales, que históricamente patrocinan el deporte brasileño, han desarrollado apoyos especiales en estos últimos años, con vistas sobre todo a la preparación para los Juegos Olímpicos de 2016.
Ley incentiva inversiones en la formación de nuevos talentos
Desde que entró en vigor, en 2007, hasta 2013, la Ley de Incentivo al Deporte destinó R$ 1,1 mil millones a casi 2 mil proyectos de distintas modalidades.
Los números impresionan: 3,6 millones de niños/as y jóvenes beneficiados en más de 20 mil escuelas, de 3.018 municipios. Y por detrás de cada número, una historia de vida que casi siempre empezó triste, pero que tuvo un segundo tiempo feliz.