De los tres componentes que forman parte del IDHM, la educación fue el que más avanzó en Brasil de 1991 a 2010. El flujo escolar de niños/as y jóvenes creció un 156% y fue el mayor responsable de este resultado, pues el porcentaje de niños/as de 5 a 6 años asistiendo a la escuela era del 37,3% en 1991, saltó al 71,% en 2000 y ya había sobrepasado la casa del 91% en 2010, desempeño semejante al porcentaje de niños/as de 11 a 13 años que van a clase: del 36,8% a casi 84,9% en 2010.