El gobierno está trabajando en dos de las principales causas de las colas en las emergencias: la falta de estructura de muchas unidades de urgencia y la ausencia de una red auxiliar de atención que desahogue los grandes hospitales. Para el primer caso, el gobierno creó un programa de apoyo a los mayores hospitales municipales y estaduales de emergencia del País, el SOS Emergencias.
Veintidós hospitales ya están recibiendo apoyo financiero: cada uno recibe 3,6 millones para usar en el costeo (mantenimiento, entrenamiento de profesionales y pago de salarios) y más R$ 3 millones para compra de nuevos equipamientos. Ese es un programa inédito en la historia de la gestión de la salud brasileña. En el segundo caso, se están construyendo centenas de UPAs 24h por todo el país para atender casos que requieren apoyo inmediato como crisis de hipertensión, fiebre alta, cortes profundos, fracturas, infartos y derrames. 303 ya estaban en funcionamiento en febrero. Serán 877 hasta el final de 2014.