Transferencia de ingresos y estímulo a la preservación ambiental
En los últimos años, el país asistió a la implantación de varias políticas públicas para la superación de la pobreza y la mejora de la calidad de vida de la población. En las áreas rurales, se destaca el Programa Bolsa Verde, novedoso por combinar la transferencia de ingresos con el estímulo a la conservación de la biodiversidad.
El Programa, creado en 2011 en el ámbito del Plan Brasil Sin Miseria, establece el pago de un beneficio trimestral de R$ 300 a familias extractivistas en situación de extrema pobreza, de ingreso inferior a R$ 77 por persona, que viven en Unidades de Conservación de Uso Sostenible (como selvas nacionales, reservas extractivistas, áreas federales de desarrollo sostenible y asentamientos ambientalmente diferenciados). La iniciativa también alcanza a poblaciones ribereñas, indígenas y quilombolas, además de otras comunidades tradicionales.
En junio de 2014, 60 mil familias cobraban el Bolsa Verde. Además del pago del beneficio, el programa incentiva el manejo sostenible del medio ambiente, promueve la ciudadanía y estimula la participación de los beneficiarios en acciones de capacitación ambiental, social, técnica y profesional, lo que les permite aumentar todavía más el ingreso y promover su emancipación y autonomía.
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Vea el reportaje de la NBR sobre el Bolsa Verde [1]