Con Lula y Dilma, el Programa Nacional de Fortalecimiento de la Agricultura Familiar (Pronaf) fue desburocratizado y ampliado. El crédito saltó de R$ 2,2 mil millones (2002-2003) a R$ 24,1 mil millones en la cosecha 2014-2015. Antes, además de ser pequeño en volumen, el Pronaf estaba restricto a un público reducido, sobre todo de la región Sur. Solo 20% de los agricultores, aproximadamente, tenían acceso a él. Hoy, el programa está presente en 5.454 municipios, con ampliación del público de beneficiados (mujeres, jóvenes, pescadores artesanales, extractivistas), nuevas actividades financiadas (agroforestal, agroindustrial, cooperativista) y con intereses por debajo de la inflación. Desde 2002, más de 1 millón de familias adquirieron crédito rural por medio del programa. Con Lula y Dilma, el Pronaf cumple de hecho la misión inscrita en su nombre: el fortalecimiento de la agricultura familiar.
• Sepa más sobre el Pronaf [1]

R$ 15,5 mil millones para compra de tractores, camiones y cosechadoras
En 2008, como respuesta a la crisis económica mundial, el gobierno Lula lanzó una línea de crédito específica para financiar la infraestructura y el aumento de la productividad de la agricultura familiar.
El gobierno Dilma le dio seguimiento y profundizó esa política y, en cinco años, 400 mil familias fueron beneficiadas con un total de R$ 15,5 mil millones en crédito para compra de tractores, vehículos de transporte, cosechadoras, resfriadores de leche e inversión en proyectos para corrección y recuperación de suelo, mejoría genética e irrigación.
