El Programa Luz para Todos generó hasta junio de 2014 casi medio millón de empleos, directos e indirectos.

Fueron utilizados 7,9 millones de postes, 1,15 millón de transformadores y 1,5 millón de kilómetros de cables eléctricos (lo suficiente para dar 38 vueltas alrededor de la Tierra). Además del impulso al sector de materiales eléctricos, el programa benefició también a la industria y al comercio de electrodomésticos, entre otros.
Apenas conquistaron el derecho a la energía eléctrica, el 81,1% de las personas se compró televisores, el 78% pasó a tener refrigerador, y el 46,4% se compró lavarropas, inyectando nada menos que R$ 6,8 mil millones en la economía. Sin hablar en los congeladores, bombas de agua, trituradores de alimento balanceado...
Y es así que el Luz para Todos calienta – e ilumina – la economía.