Porque la guardería no sirve solo para darle tranquilidad a la madre que trabaja fuera. Es en la primera infancia que el sistema nervioso está siendo formado, y es cuando se sientan las bases para todo el desarrollo físico, intelectual y emocional. Y también cuando se establece la raíz de la desigualdad: el niño o niña que pasa por la guardería tiene muchas más chances de, en el futuro, desarrollar todo su potencial humano. Como dijo la presidenta Dilma, al inaugurar una unidad en Belo Horizonte: "Aquí empieza aquel niño que va a ser físico nuclear, aquella otra que va a ser presidenta de la República".